No te aferres al pasado ni a los recuerdos tristes. No reabras la herida que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos. Lo que pasó, pasó... De ahora en adelante,
pon tus fuerzas en construir una vida nueva, orientada hacia lo alto, y camina de frente,
sin mirar atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin pensar en la noche que pasó.